Nadie nos enseñó que los hijos son prestados y que son individuos independientes.
Que cada uno trae su propia misión y que nosotros como papás no podemos controlar lo que ellos van a hacer de su vida. Entre más nos empeñemos en dirigir, más nos alejamos de ellos. Pero sí podemos acompañarlos, darles herramientas, poner el ambiente. Pero qué difícil cuando nos enseñaron que eres buen padre si tu hijos son exitosos (qué palabra más difícil de definir), si ganan medallas, si sale en primer lugar bla bla bla.
Al final lo que todos queremos es que sean independientes, felices y que se sientan satisfechos de ellos mismos ( hagan lo que hagan).
Lo que ellos van a recordar con más emoción de su infancia creo que son esos momentos donde nos hicimos niños con ellos y disfrutamos de jugar, correr, mancharnos de lodo, reír, abrazar, dormir juntos, mojarnos en la lluvia…momentos que no se compran y que a veces no se tocan.
Me encontré esta foto de hace un año con mis hijas en un viaje a san Miguel de Allende y nos paramos en medio de la carretera a tomar fotos. Ellas vestidas de princesas mexicanas (no de Disney, por esa ocasión ?)
Poco a poco he entendido que ellas son las que me están formando y cambiando a mi. Una mamá en proceso.
Gracias por leer.
Marysol Flores
Familia Viva
www.mifamiliaviva.com