Hace poco escuché esto en redes sociales y me hizo mucho sentido, dos palabras poderosas para que te la creas y te enfoques en lo positivo son: Yo soy. Y hasta un reto hay de 21 días en los que te dices estas palabras diariamente, afirmaciones como: Yo soy un milagro, Yo soy grandioso, Yo soy honesto, Yo soy Paz, Yo soy poderoso, Yo soy…
No hay que ir muy lejos para saber que si todos los días me digo estas palabras, algún efecto positivo debe tener en mi vida. Según estudios una persona tiene unos 60.000 pensamientos al día, 90% de estos pensamientos llegan a ser negativos. Esto significa que de cada diez pensamientos solo uno es positivo ¿solo uno? Si una persona se convierte en aquello en lo que regularmente piensa y solo uno de cada diez de nuestros pensamientos es positivo y tenemos 60.000 pensamientos al día, esos son 54.000 pensamientos negativos al día ¡Dios mío! ¿Dónde vamos a parar? Pero la buena noticia es que siempre podemos mejorar y nuestro cerebro tiene la capacidad de cambiar gracias a su neuroplasticidad que es la capacidad del cerebro de hacer nuevas conexiones para reestructurarse y/o recuperarse.
Pero que tal que si en familia usamos palabras poderosas como el Yo soy hacerlo un Nosotros somos y ponle los adjetivos que tu quieras: Nosotros somos divertidos, valientes, amorosos, seguros, capaces, compartidos, felices, honestos, plenos, somos todo lo que queramos ser. ¿Imagínate qué efectos podría tener esto en nuestra familia? Esto se enseña en casa.
Y algunos vicios o palabras que NO construyen a nuestra familia son muchos pero estos 5 que te describo son algunos de lo que es mejor alejarnos.
Un termómetro para saber utilizar nuestras palabras es pensar ¿Qué sentiría si me las dijeran a mi: mi jefe, mi esposa, mi hermano?
Haz la prueba hoy y trata de elegir palabras positivas, afirmaciones que construyan y verás la diferencia.
Marysol Flores
Familia Viva. Juega-Conecta-Crece