Yo se lo que es sentir como mamá la desesperación en momentos en que se te junta todo. Y cómo repentinamente te vas de cero por ciento de enojo a mil por ciento furiosa. Ya no puedes parar el tren, tu cerebro se desconecta y tu boca dice lo que no quieres decir, además lo dice gritando y no hay forma de detenerte. He estado ahí, y estoy convencida que no funciona, no tiene lógica y no enseño nada de utilidad a los niños. Ahora, somos humanos, esto nos puede pasar, no hay culpa pero si una responsabilidad de pedir una disculpa, repara el error y volver a conectar.
Estuve pensando en 3 tips sencillos para evitar llegar a este momento de desconexión total de corazón, mente y cuerpo, en el que la más afectada soy yo. Aquí te los comparto.
Anticipación: Las mamás y papás mejor que nadie sabemos cuando una tormenta se avecina, podemos como adivinos predecir si la hora ya no es la adecuada para los niños sigan despiertos, si el hermanito esta a pocos segundos de iniciar una batalla campal con el otro, si el lugar a donde vamos no es un lugar divertido para mis hijos, etc. Usemos nuestro super poder para adelantarnos a los hechos, retirarnos a tiempo, llevar un kit de emergencia con juegos, snacks, libros, todos sabemos qué cosas nos pueden ayudar a pasar momentos difíciles sin estrés. No solo con nuestros hijos, yo misma he aprendido a avisar, anticiparme a mi desesperación y decir: “Estoy sintiendo que ya me queda poca paciencia, además tengo hambre y quiero platicar con su papá en la cocina, necesito su ayuda para terminar este día en paz, así que ya se pueden ir a dormir”.
Distracción: Engancharse en cualquier pelea de hermanitos es facilísimo, sentir un nudo en el estomago cuando inicia un berrinche en público es normal, querer salir por la ventana del carro cuando empieza la insistencia de alguna necesidad de emergencia de tu hijo (a) (- Quiero agua, agua agua agua agua…). Pero ¿Qué crees? tienes otro súper poder, el de distraer la atención con alguna historia, pregunta, fantasía o lo que se te ocurra para salirse de ese momento difícil. Lo he probado y sí funciona. Ej. Hijo: quiero agua agua agua… Mamá: Amor, no traigo agua y falta un rato para llegar a la casa. Pero me encantaría que un elefante morado bajara del cielo volando y con su trompa y nos llenara el carro de agua. ¿Qué te parecería a ti amor? Entonces le cumples el deseo con fantasía. Tu puedes hacerlo.
Respiración: Es tu salvavidas, es gratuito, no necesitas nada más que tu cuerpo y es muy efectivo. Si tus hijos te ven respirar en situación donde generalmente explotas, estarás dando una lección de auto dominio para toda la vida. No hay mejor ejemplo que el de un padre o madre que se sabe controlar, para desde ahí tomar mejores desiciones.
Espero te sirvan estos sencillos tips y no te olvides de compartirnos algun tip que te sirva a ti a no explotar. Deja tus comentarios y Gracias por leerme.
Marysol Flores. Familia Viva.