¿Cómo te sientes hoy? Es una pregunta que pocas veces nos hacemos y es poderosísima si aprendemos a usarla con los que más queremos. Las conversaciones si llegan a ser en persona o por teléfono, se limitan a ser una plática superficial de pocas preguntas y respuestas monosílabas: ¿Qué onda? ¿Cómo te fue? ¿Te gustó el concierto? Y las respuestas son cada vez de menos letras: Bien, mal, maso, obvi, incre. Si a duras penas podemos comunicarnos, entonces estamos lejos de poder entablar una conversación de corazón a corazón, en la que logremos conectar emocionalmente.
“Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto” lo decía Aristóteles hace miles de años y no estaba nada equivocado.
Para lograr conectar emocionalmente con los miembros de nuestra familia te dejo estos 3 prácticas de las familias que ya están conectadas desde sus emociones.
Iniciémos hoy nuestra campaña de alfabetización emocional en casa, es decir, hablemos más sobre nuestras emociones y poco a poco lograremos tener una familia conectada emocionalmente. Todos podemos hacerlo!
Marysol Flores (FB: Familia Viva)
Sin emoción no hay curiosidad, ni atención, ni aprendizaje, ni memoria