Hablar de amor en el mes de Febrero es un cliché, pero hablar del duelo no tanto. Y es que para vivir en pareja es importante conocer el proceso por el que nuestra relación va a pasar, para estar preparados y conscientes. Especialistas han definido diferentes etapas en el proceso de enamorarnos.
La primera etapa de una relación es la que conocemos como el enamoramiento, esta etapa en la que una bomba de neuro transmisores se apoderan de nuestro cuerpo. El amor libera dopamina, serotonina y oxitocina, por eso que cuando nos enamoramos nos sentimos excitados, llenos de energía y nuestra percepción de la vida es magnífica. Vemos a la otra persona que cumple a la perfección aquellas expectativas o checklist que me hice de la pareja ideal. Si alguien intenta meterse o hacer comentarios negativos sobre la pareja, la defendemos casi con la misma intensidad de Romeo y Julieta. Es difícil en esta etapa darnos cuenta de aquellas áreas de oportunidad o defectos de la otra persona. Esta etapa dura de seis meses a dos años y medio aproximadamente.
Es aquí donde sentimos: ¿A dónde se fueron las mariposas?. La etapa entre el enamoramiento y el amor, se le llama duelo, es un puente entre ambas etapas. El duelo, se refiere a una pérdida en la que nos damos cuenta que no todo en nuestra vida de pareja es en realidad como lo veíamos en un principio. En esta etapa nos podemos sentir tristes o hasta decepcionados de que nuestro Romeo no era como el de la película y que yo tampoco soy Julieta. La buena noticia es que esta parte del proceso es fundamental atravesarla para dar paso al verdadero amor.
Si se logra pasar la etapa del duelo, estaremos entrando a la etapa del amor. Un amor más racional, maduro y honesto. Esta etapa se caracteriza por una confianza más profunda, en la que se toman decisiones más racionales. Es decir, se valora más profundamente a la otra persona y existe una unión que se construye día con día. La voluntad y el querer estar son los elementos básicos que harán que el amor perdure.
Las mariposas llegan y se van sin avisar, pero el amor real no está basado en químicos, expectativas o mariposas. El amor real se construye entre aventuras, retos, sonrisas y lágrimas también. Todo es parte del proceso y vale la pena vivirlo acompañado. El amor es la base de la humanidad y somos muy afortunados si hoy por la mañana amanecimos con alguien a nuestro lado.
Recordemos que una pareja esta hecha de dos seres humanos, imperfectos y vulnerables. Dos personas que si reman hacia el mismo lado juntos, van a llegar a buen puerto y además habrán disfrutado la travesía de una vida maravillosa juntos.
Marysol Flores Mtz (Familia Viva)